Recorriendo el paseo Lastarria, resulta prácticamente imposible darse cuenta que toda la fachada que posee hoy en día sus estructuras no son producto del tiempo que ha trabajado por si solo sobre ellos, sino, claramente es producto de un interesado trabajo de remodelación que se ha sostenido en el lugar.
Recurriendo a información bibliografica, se habla que a fines del siglo XX la Municipalidad de Santiago comienza a invertir en el espacio publico del sector, con lo que el barrio Lastarria comienza a vivir un activo proceso de restauración con la remodelación de la fachada de viejos edificios, el empedrado de las calles y aumentando la luminosidad del sector.
Con estas remodelaciones se comienza a vivir un incremento de la actividad del lugar, en donde se constituye un entorno atractivo que ya se podía visualizar anteriormente por el antiguo teatro Ictus, el cinearte El Biógrafo y el restaurante francés Les Assassins, entre otros. Además, gracias a la infraestructura que ya existía desde siglos anteriores y los declarados monumentos históricos, en 1997 el sector fue declarado Zona Típica.
En conjunto con el valor del barrio que ya lo poseía por si solo, comienza a captar el interés de diseñadores y artistas que ven del lugar un ambiente propicio para insertar sus vitrinas en el sector, donde también se instauran una serie de centros culturales, restaurantes, cafés, bares, librerías, tiendas de diseño y galerías de arte.
Todo esto tiene que tener por detrás un fin, el cual en un principio evidentemente es la comercialización a través del atractivo infraestructural, en el cual gracias a los monumentos históricos y arquitectura patrimonial, llegan muchos interesados en insertar sus trabajos en el lugar, haciendo de el un modelo que mantenga sus características antañas en conjunto con la modernidad, todo esto provoca diversos atractivos para muchos individuos las cuales estamos interesadas en identificar…
Por: Barbara Rogel.
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